
13 Sep ¿QUÉ ES LA HIPERMETROPÍA?
La hipermetropía, o hiperopía, es un error refractivo común en la salud visual. Sucede cuando el ojo no enfoca la luz adecuadamente. En términos simples, la visión hipermétrope es más clara a distancia, pero borrosa de cerca. Este proceso afecta en cómo las personas perciben su entorno.
¿CÓMO SON LOS OJOS CON HIPERMETROPÍA?
Los ojos con hipermetropía tienen características que revelan un enfoque visual particular. La hipermetropía, influenciada por el tamaño y la forma del ojo, se manifiesta a través de dos factores esenciales:
- Longitud axial del globo ocular más corta: Este es el primer rasgo distintivo. La distancia entre el vértice corneal y la retina es menor en comparación con los ojos que no padecen esta afección.
- Capacidad dióptrica insuficiente: La potencia dióptrica del ojo, moldeada por la córnea y el cristalino que enfocan las imágenes, también es afectada. Cuando la córnea o el cristalino carecen de la potencia requerida, la capacidad dióptrica se reduce.
Estas dos características combinadas desencadenan un síntoma primordial de la hipermetropía: la visión borrosa de objetos cercanos.
SÍNTOMAS DE LA HIPERMETROPÍA
La hipermetropía se manifiesta con claros signos que afectan la comodidad visual y la calidad de vida. Estos síntomas incluyen:
- Visión borrosa, especialmente en objetos cercanos.
- Cefaleas y fatiga ocular después de tareas cercanas, como lectura o estudio.
- Lagrimeo, picores y enrojecimiento ocular, resultado del esfuerzo visual.
Estos síntomas surgen debido al esfuerzo constante para ver con claridad. Es crucial distinguir entre los síntomas de la hipermetropía y la presbicia (vista cansada) en adultos. La presbicia, resultado del envejecimiento del cristalino, provoca dificultad para enfocar objetos cercanos, generalmente después de los 40 años.
En niños con hipermetropía moderada, los síntomas pueden ser sutiles debido a la capacidad de acomodación. Sin embargo, algunos indicadores incluyen:
- Dolores de cabeza.
- Frotarse los ojos con frecuencia.
- Desinterés en la lectura.
- Dificultad para leer.
- Posibilidad de estrabismo o ambliopía.
Estos signos pueden alertar sobre la presencia de hipermetropía en los niños.

¿CÓMO VE UNA PERSONA CON HIPERMETROPÍA?
Imagina un mundo donde la visión de cerca y lejos se desdibuja en una danza constante. Las personas con hipermetropía experimentan esta peculiaridad visual, una que a menudo evade el uso de gafas en los primeros años. ¿La razón? Un as bajo la manga llamado “acomodación”. En hipermetropías leves o moderadas, este proceso mágico entra en acción, permitiendo que los objetos se vean nítidos sin ayuda.
Sin embargo, con el tiempo, esta destreza se debilita, llevando a una lucha por enfocar tanto objetos cercanos como distantes. Parece como si la nitidez visual fuera un equilibrio que se desvanece gradualmente. Sorprendentemente, esta situación a menudo engaña al ojo, dando la impresión de que la hipermetropía aumenta con la edad. En realidad, es un proceso silente que emerge con el tiempo.
A determinadas edades, la hipermetropía juega a las escondidas con la vista cansada. La distinción clave es que quienes padecen hipermetropía y utilizan gafas pueden ver con claridad tanto de cerca como de lejos. Por otro lado, aquellos con vista cansada solo ven con precisión de cerca con la ayuda de lentes.
La hipermetropía es un trastorno visual común que afecta a muchas personas en todo el mundo, pero con la atención adecuada y el cuidado de los ojos, se puede disfrutar de una visión clara y nítida, permitiendo ver el mundo con una perspectiva más brillante y clara.
¡Tu salud visual es invaluable!